Para devoción, oración y meditación
En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio. Contra estas cosas no hay ley.
Lee MasPorque lo que la ley era incapaz de hacer, por restarle fuerzas la naturaleza pecaminosa, lo hizo Dios al enviar a su propio Hijo en condición semejante a la del hombre pecador para ser sacrificio por el pecado. Así condenó al pecado en el hombre pecador, a fin de que las justas demandas de la ley se cumplieran en nosotros, los que no vivimos según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu.
Lee MasSi alguno me ama, obedecerá mis enseñanzas. Mi Padre lo amará, y vendremos a vivir en Él.
Lee MasDe esto somos nosotros testigos, y también lo es el Espíritu Santo, que Dios ha dado a quienes le obedecen.
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