Versiculo del dia

Para devoción, oración y meditación

Romanos 8:11 | Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el que resucitó a Cristo de entre los muertos dará también vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu que vive en ustedes.

Romanos 8:11

Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el que resucitó a Cristo de entre los muertos dará también vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu que vive en ustedes.

Lee Mas
1 Crónicas 4:10 | Jabés le rogó a Dios de Israel: "Bendíceme y ensancha mi territorio; ayúdame y librame del mal, para que no padezca aflicción."  Y Dios le concedió su peticion.

1 Crónicas 4:10

Jabés le rogó a Dios de Israel: "Bendíceme y ensancha mi territorio; ayúdame y librame del mal, para que no padezca aflicción." Y Dios le concedió su peticion.

Lee Mas
Salmo 37:4 | Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.

Salmo 37:4

Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.

Lee Mas
Gálatas 5:22-23 | En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio.  Contra estas cosas no hay ley.

Gálatas 5:22-23

En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio. Contra estas cosas no hay ley.

Lee Mas
Romanos 8:3-4 | Porque lo que la ley era incapaz de hacer, por restarle fuerzas la naturaleza pecaminosa, lo hizo Dios al enviar a su propio Hijo en condición semejante a la del hombre pecador para ser sacrificio por el pecado.  Así condenó al pecado en el hombre pecador, a fin de que las justas demandas de la ley se cumplieran en nosotros, los que no vivimos según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu.

Romanos 8:3-4

Porque lo que la ley era incapaz de hacer, por restarle fuerzas la naturaleza pecaminosa, lo hizo Dios al enviar a su propio Hijo en condición semejante a la del hombre pecador para ser sacrificio por el pecado. Así condenó al pecado en el hombre pecador, a fin de que las justas demandas de la ley se cumplieran en nosotros, los que no vivimos según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu.

Lee Mas

¿Listo para una relación centrada en Cristo?

Registrese