Versiculo del dia

Para devoción, oración y meditación

Colosenses 1:27-28 | Dios te ha escogido para hacer conocer a la gente las gloriosas riquezas de su misterio, que es Cristo en ti, la esperanza de la gloria. Nosotros lo proclamamos, y le enseñamos a todos con sabiduría, para que todos se puedan presentar perfectos ante Cristo.

Colosenses 1:27-28

Dios te ha escogido para hacer conocer a la gente las gloriosas riquezas de su misterio, que es Cristo en ti, la esperanza de la gloria. Nosotros lo proclamamos, y le enseñamos a todos con sabiduría, para que todos se puedan presentar perfectos ante Cristo.

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1a. de Pedro 1:18-19 | Sabiendo que no fueron redimidos de su vana manera de vivir heredada de sus padres con cosas perecederas como oro o plata, sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo.

1a. de Pedro 1:18-19

Sabiendo que no fueron redimidos de su vana manera de vivir heredada de sus padres con cosas perecederas como oro o plata, sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo.

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Romanos 14:11 | Porque está escrito "Vivo yo" dice el señor, "Que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua alabará a Dios".

Romanos 14:11

Porque está escrito "Vivo yo" dice el señor, "Que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua alabará a Dios".

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Romanos 1:20 | Porque desde la creación del mundo, sus atributos invisibles, su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que no tienen excusa.

Romanos 1:20

Porque desde la creación del mundo, sus atributos invisibles, su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que no tienen excusa.

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Juan 10:28-30 | Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio es más grande que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.

Juan 10:28-30

Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio es más grande que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.

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