Para devoción, oración y meditación
Pero el Señor dijo a Samuel: No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; pues Dios ve no como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el SEÑOR mira el corazón.
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Sean hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos.
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Tú eres mi refugio y mi escudo, en tu palabra pongo mi esperanza.
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Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre, que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios.
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Ustedes son la luz del mundo. Dejen que su luz brille ante los hombres, que vean sus buenas acciones y alaben al Padre en el cielo.
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